15 de enero de 2014

Estimada Mª José ... recuerda que aunque a veces hay malas experiencias, nunca debes retroceder ni rendirte, quien persevera alcanza.
Joan Busquets i Verges. Exmaqui libertario del Berguedá 28/12/2013
"Muero contento, porque equivocado o no, muero por una idea" Manuel Barreiro dos días antes de ser fusilado 12/3/1939


jueves, 30 de junio de 2011

Debate de la Nación. ERC, IU e ICV piden un censo de obras realizadas mediante trabajos forzosos durante la dictadura



Periodista Digital - Servimedia, 29 de junio de 2011
El grupo parlamentario formado por ERC, IU e ICV suscribe una propuesta de resolución en el Debate sobre el Estado de la Nación en la insta al Gobierno a elaborar en el plazo de seis meses "un censo de edificaciones y obras realizadas mediante trabajos forzosos por miembros de batallones disciplinarios de soldados trabajadores, prisioneros de campos de concentración, batallones de trabajadores y prisioneros en Colonias Penitenciarias Militarizadas".

Esta es una de las 15 resoluciones que han presentado los tres partidos como conclusión del Debate sobre el Estado de la Nación, que finaliza con la votación de las propuestas de los grupos este jueves.

Concretamente, la resolución insta al Gobierno a promover la modificación de la Ley de Memoria Histórica para que "se declaren nulas de pleno derecho" las sentencias dictadas por tribunales durante la dictadura por "motivos políticos, ideológicos o de creencia" y que afectaran a personas que "intentaron vivir conforme a opciones amparadas por derechos y libertades hoy reconocidos por la Constitución".

De igual modo, reclaman "reconocer y honorar a los guerrilleros y maquis que lucharon contra la dictadura franquista con las armas" y a establecer las "indemnizaciones que les correspondan".

La pretensión de estos tres grupos es que el Ejecutivo interprete o modifique las normas precisas para que puedan ser beneficiarias de las indemnizaciones las víctimas de la dictadura, los familiares directos de todos cuantos fueron condenados a muerte en consejo de guerra y ejecutados entre el 1 de enero de 1968 y la ley de Amnistía de 6 de octubre de 1977 por actividades de oposición al régimen.

También piden un informe sobre víctimas de violencia política en los años de la transición para que puedan ser indemnizadas con arreglo a lo establecido en la futura ley de reconocimiento y protección integral a las víctimas del terrorismo.

ERC-IU-ICV solicita al Gobierno que fomente la conservación y fomento de la memoria democrática y, en ese sentido, pide que se garantice "la responsabilidad pública e institucional en las labores de localización, exhumación e identificación de las fosas o enterramientos de víctimas del franquismo".

De igual modo, en esta resolución se insta al Gobierno a retirar en los próximos seis meses todos los escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura que aún no se hayan retirado.

Nota de Prensa de la Asociación 3 de Marzo de Gasteiz. No todos los muertos " son iguales"

MARTXOAK 3 denuncia la hipocresía de PSE-PSOE, PP y UPyD por su defensa de la categorización de las víctimas

La Propuesta No de Ley para declarar víctimas del terrorismo a los asesinados en Gasteiz el 3 de marzo de 1976; presentada en el Parlamento de Gasteiz conjuntamente por PNV, Aralar, EA y Ezker Batua, ha sido rechazada con los votos en contra de PSE-PSOE, PP y UpyD.

Martxoak 3 Elkartea – Asociación de Víctimas del 3 de Marzo considera que la impunidad permanente sobre la masacre policial ocurrida en marzo de 1976 cuando la policía asesinó a cinco trabajadores vitorianos no es mas que la punta del iceberg de una estrategia de encubrimiento y de olvido que pretende ocultar todas las múltiples expresiones del terrorismo de Estado ocurrido en las últimas décadas.

Las excusas esgrimidas por PSE-PSOE, PP y UPyD en el Parlamento de Gasteiz en el debate sobre el reconocimiento como víctimas del terrorismo a los asesinados por la policía en marzo de 1976 han sido un ejemplo más del citado modelo de impunidad y encubrimiento. Denunciamos la hipocresía de estos grupos porque a pesar de expresar su solidaridad con los afectados y repetir varias veces la condena formal de la criminal actuación policial de 1976, inmediatamente después defienden la categorización de las víctimas y de su tratamiento en función del origen del causante de la vulneración de los derechos humanos.

Con esta apuesta por la categorización, estos partidos políticos siguen manteniendo, tanto en las leyes que se impulsan en el parlamento autonómico como en el de Madrid, una actitud encubridora con el modelo de impunidad español en lo relativo a todos los crímenes cometidos por los aparatos del Estado. Tenemos que recordar que también siguen esperando esclarecimiento de los hechos, justicia, castigo a los culpables y reconocimiento a las víctimas cientos de casos más.

Por su relación directa con los acontecimientos de Gasteiz, reivindicamos la memoria de otros dos manifestantes que murieron en Tarragona y Basauri a consecuencia de la represión de las llamadas Fuerzas de Orden Público contra las protestas solidarias que se desarrollaron en los días siguientes a la matanza del 3 de Marzo de 1976. Pero queremos recordar que además de Romualdo Barroso, Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar, José Castillo y Bienvenido Pereda (asesinados en Gasteiz, 3-03-1976); Juan Gabriel Rodrigo (Tarragona, 6-03-1976) y Vicente Antón Ferrero (Basauri, 8-03-1976), son cientos las víctimas de la represión policial, de la guerra sucia y del terrorismo de Estado que siguen sin ser reconocidas por las instituciones. Insistimos por lo tanto en la necesidad de un reconocimiento global a todas las víctimas y rechazamos cualquier categorización.

Esta semana se cumple un año de la publicación del informe Saville sobre lo sucedido en Derry (Irlanda) que supuso la petición de perdón por parte del primer ministro británico David Cameron a los familiares de los 14 asesinados por su ejército en 1972. Que tome ejemplo el Estado español y asuma su responsabilidad. El reconocimiento y tratamiento para las víctimas de actuaciones terroristas provengan estas de donde provengan, debe ser el mismo por parte de las instituciones.

El Estado debe asumir su responsabilidad sobre aquellos hechos protagonizados por sus Fuerzas Armadas, al margen del Gobierno bajo el que se cometieron. En nuestro caso, es evidente que en 1976 y en la actualidad son gobiernos diferentes en el Reino de España, pero en ambos el responsable máximo sigue siendo el mismo Jefe de Estado, Juan Carlos de Borbón.

MARTXOAK 3 ELKARTEA – ASOCIACIÓN DE VÍCTIMAS DEL 3 DE MARZO – VITORIA-GASTEIZ

Andoni Txasko

miércoles, 29 de junio de 2011

Homenaje a las víctimas de la sublevación franquista en Tudela de Duero

El sábado 9 de julio celebraremos el Homenaje a las víctimas de la sublevación franquista de 1936 en Tudela de Duero.

Se trata de un acto preparado a lo largo de un año y medio, durante el cual hemos trabajado a fondo, investigando los hechos, recogiendo testimonios, documentándonos en archivos, clasificando e identificando fotografías, etc.

El saldo es de CINCUENTA Y TRES personas asesinadas, perfectamente identificadas, además de otras cinco de las que desgraciadamente no hemos podido obtener la filiación.

El Homenaje, apoyado en pleno y por unanimidad de todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Tudela, va a suponer, supone ya, un antes y un después en la vida social del pueblo de Tudela, que se prepara para dar un gran paso adelante conociendo y dando a conocer la verdad de lo ocurrido en aquella ocasión.

Todos estaremos apoyando y acompañando a los descendientes de aquellos tudelanos; y te invitamos especialmente a que también tú los apoyes con tu presencia en estos momentos de tan gran relevancia para ellos.

Hasta entonces, recibe un saludo.

Orosia Castán
Verdad y Justicia de Valladolid

viernes, 24 de junio de 2011

Denunciado un alcalde por "impedir" un homenaje a fusilados de 1936

Placas en recuerdo de los civiles fusilados que los familiares no pudieron poner en el monolito
al interior del cementerio./P.V. R. Memoria Viva

Los familiares encontraron cerradas las puertas del cementerio donde se iba a celebrar el acto. El alcalde asegura que estos vecinos de Pedro Bernardo no se lo comunicaron

Público.es - PATRICIA CAMPELO Madrid 24/06/2011
En el pueblo abulense de Pedro Bernardo, los familiares de las víctimas del franquismo encuentran serias dificultades cada vez que tratan de honrar a los republicanos asesinados entre septiembre y octubre de 1936.

Hace dos años, un juez anuló un acuerdo del pleno del Ayuntamiento que posibilitó la retirada de una placa falangista y, el pasado sábado, estos familiares se encontraron las puertas del cementerio municipal, donde tenían previsto hacer un homenaje, cerradas con esmero. Varias cadenas con candados colocados el día antes en la puerta del camposanto impidieron la entrada al cerca del medio centenar de personas que pretendía inaugurar un monolito en recuerdo de los 23 civiles fusilados de Pedro Bernardo.

El presidente de la asociación Memoria Viva, Pedro Ramírez de Castilla, asegura que desde 2005 tienen autorización del consistorio, gobernado ahora por el PP, para realizar ese acto de homenaje. "No lo habíamos hecho hasta ahora porque no teníamos dinero. No tenemos subvención y esta iniciativa la hemos sufragado entre particulares y familiares de las víctimas", aclara sobre el monolito que levantaron hace varios días en el interior del recinto.

"La puerta del cementerio siempre está abierta, pero el sábado nos la encontramos con cadenas y cerrojos, por lo que tuvimos que hacer el homenaje fuera", explica Isabel Fernández Navas, concelaja socialista en la anterior corporación, que añade que avisaron del acto a la Subdelegación del Gobierno en Ávila con varios días de antelación.

Fernández formó parte del gobierno de la pasada legislatura junto con Coalición Independiente tras una moción de censura que apartó al alcalde del PP, Alberto Sánchez, nuevamente elegido en las pasadas elecciones.

Sánchez alega que los familiares no le habían comunicado sus intenciones. "Me llamaron de la Subdelegación para saber si había autorización del ayuntamiento y les respondí que no conforme a lo que me dijeron los técnicos", indica y asegura desconocer si las anteriores corporaciones concedieron el permiso pertinente para realizar el acto de homenaje dentro del cementerio.

El regidor también niega que colocara varios candados y cadenas en las puertas del camposanto. "Es un lugar municipal, a unos cuatro kilómetros del pueblo y siempre está cerrado, pero rompen los candados, por eso pusimos uno el día antes", argumenta a pesar de las fotos que tomaron los familiares donde se aprecian varias cerraduras.

Con esas mismas imágenes como prueba, 25 familiares presentaron una denuncia conjunta contra el alcalde en el cuartel de la Guardia Civil el mismo día del homenaje frustrado.

Las amenazas por parte de los poderes religiosos o políticos hacia aquellos que defienden la aplicación de la ley de memoria histórica son ya una práctica habitual en este municipio del Valle del Tiétar, según algunos de sus vecinos. Isabel Fernández sabe bien lo que es vivir con esos temores después de que el cura pusiera su nombre subrayado en la puerta de la Iglesia cuando retiraron la polémica placa falangista en aplicación de la Ley 52/2007. Ahora asegura que es el propio regidor quien dice que le hará "la vida imposible", denuncia.

Ramírez de Castilla defiende el derecho que tienen los descendientes de los republicanos asesinados a recordar a sus familiares. "Solo queríamos hacer un homenaje pacífico y humano hacia nuestros desaparecidos y un alcalde no nos lo puede impedir", denuncia sobre lo que define como una "actitud caciquil" del regidor.

Aplicación discrecional de la ley

Una asignatura pendiente que tendrá que resolver el nuevo consistorio es la aplicación de la ley de memoria histórica en lo referente a símbolos. El alcalde tiene claro que "si hay que quitar los vestigios, se quitarán", pero que antes "tendrá que desarrollarse esa norma".

Sánchez se refiere a una pintura que ensalza al fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, en la fachada de la iglesia y que apareció debajo de la placa de mármol que retiró la anterior corporación.

Mientras, los familiares avanzan que seguirán intentando rendir el tributo a aquellos que murieron por tener ideas "de izquierdas". "El homenaje es simbólico porque muchos de ellos se encuentran en las cunetas de la carretera 501 que, con la ampliación de sus márgenes, quedaron sepultados para siempre", lamenta Ramírez. Es el caso de Manuel Sánchez y su hijo de 14 años, fusilados el 5 de octubre de 1936.

Isabel resume la complejidad para recordar la memoria de las víctimas: "Este pueblo es muy complicado". Tanto, que incluso en las placas que acompañaban al monolito no pudieron poner el nombre de los 23 fusilados, sino tan sólo de cinco de ellos cuyos familiares sí aceptaron realizar este homenaje.

miércoles, 22 de junio de 2011

Presentación en Zaragoza del documental "Fuimos mujeres de preso"

Fuimos mujeres de preso. Eva Abad, Irene Abad, Pablo Gracia
Viernes, 24 de junio a las 19,30 h. (Delegación del Gobierno en Aragón) Zaragoza
DVD 58'
El documental "Fuimos mujeres de preso", de los realizadores oscenses Irene Abad, Eva Abad y Pablo Gracia, se estrenó ayer domingo en la Diputación Provincial de Huesca, después de cuatro años de trabajo.

El largometraje explora durante 52 minutos la situación que vivieron miles de mujeres de preso en España desde 1936 y hasta 1977, con el fin de definir y visibilizar su papel real en las puertas de las prisiones franquistas.

Entre el público estuvieron cuatro de las protagonistas del vídeo: las zaragozanas Esperanza Martínez y Maruja Cazcarra, Vicenta García de Monzón y Rosa Morales, que viene desde Las Palmas de Gran Canaria.

Completan el reparto de personajes principales la oscense Carmen Casas que actualmente vive en Tarragona, Rosalía Sánchez, de Sant Joan Despí (Barcelona) y Josefina Samper, madrileña y viuda de Marcelino Camacho. Todas ellas relatan en primera persona y frente a la cámara sus experiencias como mujeres de preso.

El objetivo de este documental, según Irene Abad, es "hacer visible la figura de la mujer de preso, una figura que ha quedado relegada a la sombra del preso político, cuando estas mujeres han ejercido un papel fundamental en cuanto a solidaridad con el preso, entre ellas mismas y sobre todo hay que recordar que ellas también fueron víctimas de la represión, y al mismo tiempo participaron activamente en la movilización política contra el Franquismo".

Diario del AltoAragón

LA LIBRERÍA DE CAZARABET
c/ Plana Sancho, 17
44564 - Mas de las Matas (Teruel)

Homenaje a Trifón Cañamares García, 100 años de vida y lucha.

Trifón Cañamares García

Nació en Cendejas de Enmedio (Guadalajara), el 3 de julio 1912: hijo de una familia de campesinos.

Al estallar la guerra civil, se afilió al Partido Comunista, alistándose en Jadraque.

Fue nombrado Comisario Delegado de compañía en la 49ª Brigada Mixta del Ejército republicano, creada en Guadalajara.

Resultó herido en combate y sufrió prisión en cárceles y campos de concentración. Fue condenado a pena de muerte, conmutada a 30 años de prisión. (Causa 1741/39 Guadalajara).

Durante el franquismo trabajó activamente en la clandestinidad, organizando junto al padre Llanos y otros, la lucha vecinal en el Pozo del Tio Raimundo. Durante la transición colaboró en la reconstrucción del partido en la provincia de Guadalajara, así como en la elaboración de listas y candidaturas del PCE en varios pueblos, sobretodo del norte de la provincia.

Trifón es desde siempre un ejemplo para nosotros por su espíritu de lucha y su ánimo y claridad de ideas. ¡Felicidades Trifón!

(Biografia: Foro por la Memoria de Guadalajara).

HOMENAJE
100 años de vida y lucha.

Organiza: PCM (Puente de Vallecas), IU (Puente de Vallecas),

Colaboran: UJCE, Ateneo Republicano de Vallecas, Asociacion de Vecinos Pozo del Tio Raimundo, Tele K

Jueves 30 de junio a las 19:00h.
C.C. del Pozo
Av. de las Glorietas s/n
Cercanías Renfe: Estación de El Pozo
Bus: 24 y 102
--

International Brigades 75th commemoration

Fecha : 2 de julio · 12:30 - 15:30
Lugar: Jubilee Gardens, South Bank, London, SE1


This year marks the 75th anniversary of the formation of the anti-fascist International Brigades. They fought the forces of Hitler, Mussolini and Franco during the Spanish Civi War. Meanwhile Britain’s leaders secretly supported the military uprising against Spain’s democratically elected Popular Front government. Over 525 of the 2,500 volunteers from Britain and Ireland died in Spain. Honour their memory and remember their example.

Castellano
(Traducción ABF)
Este año marca el 75 aniversario de la formación antifascista Brigadas Internacionales. Ellos lucharon contra las fuerzas de Hitler, Mussolini y Franco durante la Guerra Civio española . Líderes británicos mientras tanto  en secreto apoyaron el cuartelazo contra el gobierno democráticamente elegido del Frente Popular español. Más de 525 de los 2,500 voluntarios de Gran Bretaña e Irlanda murieron en España. Honor a su memoria y recuerdo a su ejemplo.

martes, 21 de junio de 2011

Más de 600 profesores universitarios piden la dimisión del director de la Academia de la Historia

Miembros de la Real Academia de la Historia: De izquierda a derecha, Luis Suárez Fernández, Francisco Rodriguez Adrados, Miguel Ángel Ladero Quesada, Antonio Oporto del Olmo, Presidente Ejecutivo ALSTOM España, Gonzalo Anes, Director de la Real Academia de la Historia, Vicente Palacio Atard, Miguel Ángel Ochoa Brun y José Maria Blázquez Martínez

Los docentes de la Universidad de Valencia presentan las firmas ante el Vicerrectorado de Cultura e Igualdad por sus declaraciones "sexistas" de Gonzalo Anes en EL PAÍS

EL PAÍS-NEUS CABALLER - Valencia - 21/06/2011 Un total de 622 profesores de la Universitad de Valencia han depositado sus firmas ante el Vicerrectorado de Cultura e Igualdad, el renacentista edificio de La Nau, para que desde allí se inste al rector, Esteban Morcillo, a elevar dicha protesta a la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), solicitando la dimisión del director de la Real Academia de la Historia (RAH), Gonzalo Anes, por el tratamiento discriminatorio con que han sido tratadas personalidades republicanas y franquistas en el diccionario y por sus declaraciones a EL PAÍS en una entrevista el pasado 4 de junio, en la justifica el escaso número de académicas por la dedicación que las mujeres deben a la crianza de los hijos y tareas del hogar.

El texto íntegro de la Carta Abierta, que ha sido entregado esta mañana por el Grupo de Mujeres Universitarias y cuenta con la adhesión de diez universidades españolas más, afirma lo siguiente:

"En la evolución hacia una sociedad moderna, competitiva y democrática el avance de la situación de las mujeres ha puesto de manifiesto el trabajo, la lucha, la ilusión, la exigencia y el éxito de muchas mujeres para superar la discriminación y por eliminar barreras y techos de cristal, herencia del pasado.

De acuerdo con el marco legal vigente y con los estatutos de las universidades, las instituciones democráticas, las empresas modernas, las publicaciones científicas, los medios de comunicación, la enseñanza, los planes de estudio de cualquier ciclo... se han dotado de medios de control, de comisiones, de unidades de vigilancia, de criterios de evaluación y de observatorios para comprometerse a favor de un objetivo de igualdad, compartido en lo básico a nivel internacional por cualquier sociedad con aspiraciones de progreso.

En la entrevista realizada por B. Hermoso y T. Constenla a Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la Historia, publicada el 4 de junio en EL PAÍS, ante la pregunta "¿Qué le falta a la Academia?" responde Anes: "Más mujeres. Las hay muy preparadas pero menos que los hombres. Hay una cuestión: un historiador necesita disponer de muchas horas para documentarse en los archivos. Y por desgracia, en las mujeres esas miles de horas están dedicadas a criar a sus hijos y a ser amas de casa".

Esta reveladora justificación sexista resulta provocadora, especialmente para los y las profesionales, además de venir a aumentar el clamor que denuncia la falta de rigor, de apoyo documental y de valores (incluso académicos) del Diccionario Biográfico Español de la RAH, a la vista no solo del indulgente tratamiento de figuras del franquismo, del fascismo y del propio dictador, sino también ante un diccionario que hace oídos sordos a la investigación de los últimos treinta años, que incluye un número excesivo y sesgado de entradas laudatorias referidas a personas vivas, que, en suma, agasaja al sector más inmovilista de la sociedad española, al que sirve una historia a su medida, con financiación pública.

Ante la gravedad de estos hechos, hemos solicitado al Vicerectorat d'Igualtat y al Rector de la Universitat de València, suscriban la petición de dimisión del director de la Real Academia de la Historia y que el Ministerio de Cultura sea informado de este rechazo universitario".

En la página de internet Actuable se están recogiendo adhesiones a esta petición de dimisión

viernes, 17 de junio de 2011

La bandera de España si tiene un pasado franquista

Eco Republicano 17 de junio de 2011
Hace unos días en el Ateneo de Madrid, se presentaba el libro: "Mando a Distancia" cuyo autor es el Coordinador de Infraestructuras del PARTIDO POPULAR en Zaragoza, me refiero a Lorenzo ABADIA ESCARIO.


En la presentación del libro participaron dos portavoces muy activos del movimiento Democracia Real Ya. Uno de ellos OLMO GÁLVEZ, durante la presentación del mismo realizó el siguiente comentario: "Para nosotros, la bandera de España no es ningún símbolo franquista, sino la bandera del Mundial de fútbol que ganamos"

Esta declaración de intenciones es una burda manipulación que falsea la historia o por lo menos trata confundir al lector. Para bien o para mal, la bandera rojigualda estuvo asociada al franquismo, entre otras causas porque bajo esa bandera se inició el golpe militar fascista contra el gobierno legítimo de la república en 1936. Quienes se alzaron en armas bajo esa bandera se acometieron todo tipo de crímenes contra quienes defendieron la legalidad republicana.

Quisiera recordar que, la bandera española tuvo símbolos franquistas hasta 1981, momento en el cual se cambió el "aguilucho" por el escudo monárquico actual. Esto no debe de extrañar a nadie ya que de todos es conocida la buena amistad entre el dictador Franco y la familia de los borbones, cuyo desenlace tuvo la designación por parte del general Franco a Juan Carlos de Borbón como futuro rey de España, quién tomo juramento a los principios del movimiento nacional franquista para poder ostentar dicho privilegio.

Nuestra sociedad española y sobre todo las nuevas generaciones han aprendido a convivir con la actual bandera rojigualda, pero esa circunstancia no debe de ser escusa para falsear la historia. La primera democracia en españa fue la Segunda República, representada por la bandera tricolor, donde el pueblo pudo elegir a su Jefe de Estado.

Aquella época, a pesar de que traten de asociarla a la actual, fue muy diferente a la que hoy llaman democracia y no lo es. Ya que el Jefe de Estado es el rey, circunstancia que viene designada por la herencia de sangre "voluntad divina" y no por la voluntad del pueblo quién en realidad debiera tener potestad en las urnas para decidir a quien quiere como Jefe de Estado.

Atendiendo comentario de OLMO GÁLVEZ, en primer lugar quiero aclarar que la bandera actual representa a la monarquía. En segundo lugar, para los republicanos la bandera monárquica si esta asociada al franquismo. En tercer lugar, no entiendo a que viene la alusión a las banderas, sobre todo de alguien que representa a Democracia Real Ya, movimiento que se define "sin banderas, ni ideologías políticas". Su comentario además de desafortunado, si tiene un carácter ideológico y sectario. Me pregunto todo esto viene porque quién presentaba el libro es un dirigente de derechas, la repuesta podríamos tenerla en el refrán: "Dime con quien andas y te diré quién eres".

ECOREPUBLICANO

miércoles, 15 de junio de 2011

Recogida de firmas campaña para la revisión del diccionario biográfico español de la real academia de historia


Para: MINISTROS DE EDUCACIÓN Y DE INDUSTRIA, TURISMO Y COMERCIO

Apreciados Sres. Ministros:

Los abajo firmantes, personas todas ellas relacionadas con las ciencias sociales, la historia y la memoria histórica desde muy diferentes ángulos, actividades e instituciones, queremos manifestarle nuestra indignación y nuestra más enérgica repulsa por la aparición en el denominado Diccionario Biográfico Español, editado por la Real Academia de la Historia y del que se han publicado los primeros 25 volúmenes, de determinadas biografías de personas que protagonizaron la historia de la Segunda República, la guerra civil y la dictadura franquista.

Biografías que no sólo carecen del más elemental rigor histórico, sino que adolecen gravemente de un sesgo ideológico que ensalza las figuras de quienes se rebelaron con la fuerza de las armas contra el poder republicano legítimamente establecido, condujeron al pueblo español a la tragedia de la guerra civil, asesinaron injusta e impunemente a miles de españoles (muchos de los cuales permanecen todavía en las cunetas de las carreteras o en fosas comunes sin identificar y sin ser entregados a sus familiares, para vergüenza de nuestro actual sistema democrático), arrojaron al exilio a otro miles, sostuvieron durante cerca de cuarenta años un régimen dictatorial basado en el terror, la tortura y la represión de todo intento de ejercicio de las libertades y de los derechos humanos fundamentales y sometieron durante generaciones a todos los españoles con métodos políticos opresores en todas las facetas de la vida económica, social y política, en función exclusivamente de sus intereses y privilegios de casta.

A la vez, se denigra vilmente la trayectoria de líderes políticos y sindicales que, más allá de sus aciertos y errores, se destacaron por su defensa apasionada de sus ideales y valores dentro de la legalidad republicana, con entrega incluso de su vida, y por su anhelo constante de mejora y progreso para España. Su memoria queda nuevamente vilipendiada con ignominia. Lo que claramente vulnera el espíritu y la letra de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre.

Representa, además, una auténtica vergüenza a nivel internacional que estos autores concretos, que se apartan de lo que los mejores especialistas e historiadores de ese periodo, nacionales y extranjeros, han establecido como una serie de hechos contrastados y ciertos (con independencia de interpretaciones o valoraciones), a quienes nadie conoce más que por sus simpatías hacia el régimen franquista y todo lo que significó, y que a nadie representan, se hayan designado a sí mismos entre ellos en el exclusivista y retrógrado marco de la Real Academia de la Historia para escribir biografías y describir hechos de una manera que supone una afrenta para la democracia y para los españoles, las víctimas del franquismo y sus familias. Además, una afrenta que se ha financiado con dinero público del Ministerio de Educación y del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

A tenor de lo comprobado en los primeros volúmenes aparecidos, es muy de temer que el resto de la obra, en lo que se refiere a las épocas señaladas, siga por la misma trayectoria sectaria.

Por todo ello, los abajo firmantes exigimos al Gobierno que se encargue a una nueva comisión de historiadores de probada solvencia y prestigio una revisión en profundidad de las biografías relacionadas con las épocas históricas aludidas o, de lo contrario, se retire la obra y las subvenciones concedidas.

Madrid, junio de 2011

lunes, 13 de junio de 2011

El padre de Mayor Oreja estuvo implicado en decenas de apropiaciones de bebés

13 de Junio de 2011- inSurGente.org

15 hospitales y 35 médicos de Guipuzkoa, entre ellos el padre del dirigente del PP Jaime Mayor Oreja, involucrados en 200 casos de robos de bebés entre 1949 y 1993.

La revista Interviú denuncia esta semana la trama vasca de robos de bebés. Criaturas que nacían en un hospital y 'morían' oficialmente en otro, archivos borrados... Durante más de 40 años, medio centenar de médicos, comadronas y monjas de 15 hospitales de Guipuzkoa formaron una oscura trama que estaría detrás de las desapariciones de 200 bebés. La Fiscalía de ese territorio vasco ya acumula decenas de denuncias.

En la fotografía, el doctor José María Mayor Lizarbe, uno de los médicos sacamantecas y padre del dirigente del Partido Popular Jaime Mayor Oreja.

Noticia en Interviu.es

domingo, 12 de junio de 2011

La Casa Real no indigna a nadie

Audi RS6 de la Casa Real, 579 CV de potencia y un precio de más de 120.000 euros


Junio 11, 2011 por Sergio Rojas Recuero

El próximo miércoles se cumplirá un mes del inicio de las protestas en la Puerta del Sol de Madrid. El sistema político en su práctica totalidad ha sido desde entonces sujeto de duras críticas por parte de un gran número de ciudadanos. Reivindicaban reformas que aportaran sentido común a los desorbitados salarios, las prebendas, las pensiones, los beneficios fiscales y el enriquecimiento en general de nuestros gobernantes y sus secuaces. Porque no es justo que la clase política mantenga semejante ritmo de vida a costa del pueblo. Que gracias a la falsa democracia imperante en nuestro país hayan establecido su chiringuito sin que nadie pueda hacer nada para remediarlo. Pero me llama poderosamente la atención que dentro de la vorágine mediática ocasionada apenas se haya hecho mención a la institución que indiscutiblemente lidera esta práctica parásita consistente en vivir a cuerpo de rey con el dinero de los contribuyentes. Me refiero, cómo no, a La Casa Real.
Se borraron del mapa. En el mismo instante en que los motivos de las manifestaciones afloraron desatando una tormenta mediática, la familia real decidió guarecerse y esperar a que cesara el temporal. Resulta obvio que los medios de comunicación recibieron algún tipo de instrucción al respecto, pues durante el tiempo en que más ruido generó el movimiento 15M no era posible encontrar noticia alguna relacionada con la sangre azul. España fue una República durante dos semanas. Sin duda, en vista de la situación, asomar la cabeza no era una buena idea.
Y es que a los políticos al menos podemos elegirlos, pero a ellos no. La gente parecía haber obviado uno de los términos que definen nuestro actual sistema: Monarquía Parlamentaria. Las protestas se centraron en el ámbito de lo parlamentario y se olvidaron de la cúspide de la pirámide democrática española: la Jefatura del Estado. Un órgano inamovible personificado en la figura del Rey Juan Carlos I. Una familia establecida en la más absoluta opulencia a costa de los ciudadanos. ¿Por qué? Porque sí. El nombramiento del entonces príncipe como sucesor al trono fascista supuso la opción menos mala, pues la peor hubiera sido la continuación de una dictadura militar. Su Majestad firmó la jubilación anticipada en el momento en que sancionó la Constitución de 1978, la cual le reconocía como Jefe del Estado y perpetuaría su posición privilegiada de forma vitalicia y hereditaria. Un texto que le atribuye multitud de poderes simbólicos y representativos, ya que todas las funciones unidas a la figura del monarca han de pasar o ser requeridas previamente por el Congreso de los Diputados. Mi pregunta es: ¿le importa verdaderamente el devenir de una nación a un individuo que acepta quedarse totalmente al margen a cambio de su trono? Supongo que los políticos de entonces pensarían: “Sí, sí, a este le ponemos la corona y que nos deje en paz“.
Según lo previsto en el artículo 62 de la C.E. corresponde al Rey proponer al candidato a Presidente del Gobierno, y en su caso, nombrarlo, así como poner fin a sus funciones en los términos previstos en la Constitución. Esto es: el pueblo vota y un partido gana las elecciones, su número uno es propuesto como Presidente por dicho partido, el Congreso vota su investidura y el Rey, lógicamente, lo nombra en el cargo. ¿Se imaginan al Rey rechazando a un Presidente de Gobierno? Yo no. Ni nadie. Aquí pues el ejemplo de atribución absurda.
Pero el artículo más importante para la familia real es el último, concretamente el punto subrayado:

Artículo 65.

1. El Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su familia y Casa, y distribuye libremente la misma.

2. El Rey nombra y releva libremente a los miembros civiles y militares de su Casa.

Pero, ¿cuánto dinero es esa cantidad global?

Año 2007 …………………………………………… 8,289.970 euros

Año 2008 …………………………………………… 8,663.020 euros

Año 2009 …………………………………………… 8,896.920 euros

Año 2010 …………………………………………… 8,896.920 euros

Año 2011 ……………………………………………. 8,434.280 euros

Total últimos cinco años …………………….. 43,181.110 euros

(más de 7.000 millones de pesetas)

Los ingresos medios con los que una familia española mantiene su Casa son de 26.000 euros anuales, es decir, 130.000 euros en cinco años. Según estos datos la Casa Real recibe del Estado tanto dinero como 332 familias de ingresos medios.
El salario mínimo interprofesional en 2011 se sitúa en 640,41 euros al mes, lo que hacen 7,684,92 euros al año. La Casa Real ingresa en un año la misma cantidad que 1.158 ciudadanos que perciban el salario mínimo.
El Presidente del Gobierno cobra 78.185 euros anuales, 114 veces menos que la dotación de la Casa Re
Alguno pensará: “Bueno, pero es que hay muchos gastos, con ese dinero pagan todo lo relativo a sus gastos, empleados del Palacio de la Zarzuela, viajes, etc“. Pues no.

Esa cantidad NO incluye:

- Casi seis millones de euros que figuran como “Apoyo a la gestión administrativa de la jefatura del Estado, destinados al pago de salarios de empleados de la Casa Real (más de 140 personas en plantilla).
- Mantenimiento y servicio del Palacio de la Zarzuela, mansión del Príncipe y Palacio de la Almudaina. Estos gastos corren por cuenta de Patrimonio Nacional, quien tiene un presupuesto de 140 millones de euros.
- Vehículos oficiales. El Parque Móvil del Estado se hace cargo. Presupuesto aproximado de 50 millones de euros.
- Gatos derivados de viajes de Estado, a cuenta del Ministerio de Exteriores.

Los salarios de la clase política son, en muchos casos, desorbitados. La voluntad de inyectar lógica y raciocinio en los números de nuestros gobernantes debe ser unánime. Pero, ¿qué pasa con la familia real? ¿A ellos sí se les permite el despilfarro?

No sé vosotros pero yo, después de leer esto, estoy indignado.

Esquela censurada


PRISA y EL PAIS, se niegan a publicar la esquela ya pagada de María Guerra Micó,... secretaria de Matilde Landa fallecida el pasado 4 de mayo en Francia, por contener en su texto las palabras "torturado", "desaparecido" y "fusilado" referidas a 6 miembros de su familia desaparecidos, fusilados y torturados por la terrible represión franquista durante la postguerra.

Muestra tu condena y reprobación compartiendo en tu Muro este foto y texto y también pegándolo en el Muro de facebook de EL PAIS, Cadena SER, Cinco Días, As, Editorial Santillana, 40 Principales, M80, Cadena Dial, Alfaguara, Canal+, etc. Una empresa como PRISA no puede presumir de progresía y comportarse ilegal y antidemocráticamente. ¡¡Pásalo!

http://www.foroporlamemoria.info/

foroporlamemoriaguadalajara@gmail.com

jueves, 9 de junio de 2011

V Jornadas de La Bolsa de Bielsa días 10, 11 y 12 de junio Valle de Chistau - Sobrarbe - Huesca

Día 10.- BIELSA. Durante la tarde, visita al museo de LA BOLSA DE BIELSA.

20,00 h. INAUGURACION DE JORNADAS en monolito de Bielsa, lectura de manifiesto y colocación de flores. Homenaje a Jose Maria Escalona, director del museo de Bielsa, colaborador, amigo y buen Republicano

21,00 h. SIN. Albergue de Sin. Cena de bienvenida , quemadillo y tertulia.

Día 11.- Marcha . Ruta Saravillo – Sin - Serveto - Gistaín . Ruta del “Maquis” guiada por Martin Arnal, por la que pasó varias veces a Francia, de Laspuña por debajo de la Peña Montañesa a Saravillo, cruzando el Cinqueta hacia Sin, en dirección al lago Urdiceto y cruzar a Francia por el collado del puerto de Plan o de Rioumajou, como se le conoce en Francia”; nos añade “ el comandante de la 130 Brigada Mixta Juan Lacasa salió de LA BOLSA por este paso al igual que mucha población civil del valle”.

8,00 h. SARAVILLO, comienza la marcha.

Desayuno de alforja en Sin (9,30h)

10,00 h. Salimos de Sin por camino de Feneplán hasta Gistaín

13,00 h. GISTAÍN -HOMENAJE AL “MAQUIS” guerrilla antifranquista

14,00 h. Comida en La cruz de Puyadase (Gistaín). Brasa de longaniza

Día 10.- BIELSA. Durante la tarde, visita al museo de LA BOLSA DE BIELSA.

20,00 h. INAUGURACION DE JORNADAS en monolito de Bielsa, lectura de manifiesto y colocación de flores. Homenaje a Jose Maria Escalona, director del museo de Bielsa, colaborador, amigo y buen Republicano

21,00 h. SIN. Albergue de Sin. Cena de bienvenida , quemadillo y tertulia. Barta de Saravillo

18,00 h. PLAN Inauguración “MUSEO DE LA POSGUERRA”

Del 11 Junio al 17 julio (Salón Ayuntamiento de Plan)

Charla “TESTIMONIO ORAL” por Sofía Jiménez y Josan Casabona

21,00 h. Albergue de SIN.

Cena homenaje a “LA 43” DIVISION REPUBLICANA.

Día 12.- SAN JUAN DE PLAN. Mañana para visitar el MUSEO ETNOLÓGICO

11,30 h. En salón de actos del Ayuntamiento, Charla “EL EXILIO EN LA BAL DE CHISTAU”

12,45 h. PHILIPPE GUILLEN descendiente de Gistaín ejemplo del exilio presenta un reportaje de investigación sobre la vida de JOSE CABRERO ARNAL dibujante de TBO, creador de “Top” y en Francia del muy conocido “ PIF” le chien.

14,00 h. Comida – en recuerdo del EXILIO ARAGONES “El frente quedó definido por el Macizo de las Tres Sorores y Circo de Gurrundué en el Oeste, cubierto por la 130ª Brigada Mixta, Tella y Escalona cubierta por la 72ª Brigada y el Valle de Gistaín cubierto por la 102ª Brigada. A partir de allí y a pesar de los combates, bombardeos y el aislamiento, la desgastada división republicana consiguió resistir hasta que a finales de mayo se hizo evidente que no iban a poder enfrentarse a la renovada ofensiva franquista.Se evacuó a unos 4.000 civiles que permanecían en la zona y las brigadas mixtas republicanas iniciaron una lenta y ordenada retirada hacia la frontera francesa”

INFORMACÓN e INSCRIPCIONES:
974 56 70 01 – 661 662 589

martes, 7 de junio de 2011

La crítica de la Transición en las páginas de Ruedo ibérico, por Juan Martínez Alier

Intervención en el Coloquio Internacional  "La Transición española. Nuevas perspectivas" Colegio de España (París). 27 mayo 2011
Introducción
Un reciente ensayo sobre la Ley de Amnistía de 1977 de una becaria de la Universidad de Zaragoza (María García Yeregui) escrito con precisión y con la pasión propia de una magnífica nueva generación de historiadores contemporáneos, sostiene con razón que en España no se debatió fuerte y abiertamente sobre los crímenes franquistas durante la Transición. El debate solo ha empezado ya entrado el siglo XXI gracias a los historiadores y gracias al proceso del juez Garzón. Apenas se habló entonces acerca de la violencia política ejercida durante la dictadura y la guerra civil en términos de violaciones de los derechos humanos. La evidencia del silencio la encuentra en el análisis de los contenidos del diario El País y de la revista Triunfo. No usa ni hay razón para que use ni parece haber leído los Cuadernos de Ruedo ibérico cuya difusión era relativamente escasa. ¿Fuimos la excepción que confirma la regla? ¿Cómo acallaron a otras voces como las nuestras?
La denuncia y el debate político de tales crímenes contra los derechos humanos habría sido cortada por la Ley de Amnistía de octubre de 1977, que amnistiaba (art. 2f) los delitos cometidos por funcionarios y agentes del orden público contra el ejercicio de los derechos de las personas (tales como el no perder la vida y vivir en libertad). Quienes habían impedido el ejercicio de tales derechos, fueron amnistiados. Mejor dicho, se auto-amnistiaron con la aquiescencia de los partidos políticos de centro y de izquierda que habían ganado escaños en las primeras elecciones en España desde 1936, las de 1977.
Y así fue, ni en la política parlamentaria ni en la prensa y la televisión se debatió abierta y ampliamente sobre los crímenes franquistas, ni durante el gobierno de UCD hasta 1982, ni en el período socialista de 1982 al 1996, ni en el gobierno de Aznar del Partido Popular (cuyo presidente es Manuel Fraga, ex ministro de Franco) hasta el 2004. Se empezó por fin a despertar la memoria histórica en el ámbito parlamentario con el gobierno de Zapatero, por presión de los historiadores y de los “nietos” de quienes habían sido asesinados y enterrados en fosas comunes y con los intentos muchas veces frustrados de revisar retrospectivamente la legalidad de las sentencias de muerte de los consejos de guerra franquistas. No hubo tampoco en España una Comisión de la Verdad como en Sudáfrica o en Perú. Llamaba la atención en Argentina o en Chile que la justicia española pudiera arrinconar y hasta juzgar a militares y torturadores de esos países y por el contrario no hiciera nada contra los franquistas.
La Transición no logró pacificar los ánimos en el País Vasco. A partir de 1982, el gobierno socialista se implicó en operaciones ilegales contra ETA, como lo había hecho la UCD. La prensa de derecha y el PP usaron los GAL para erigirse paradójicamente en defensores de los derechos humanos contra el PSOE aunque se sabía que UCD había estado implicada en similares actividades. Con los socialistas con la inocencia prontamente perdida y a la defensiva, no era momento de pensar en abrir el tema de los crímenes franquistas y de derogar o cambiar la Ley de Amnistía de 1977. Con el gobierno de Aznar, entre 1996 y 2004, era incluso más difícil esa derogación. Con el gobierno de Zapatero, pudiera haberse considerado la posibilidad de discutirla pero los propios socialistas no querían hacerlo. Si el PP se refuerza en las elecciones del 2012, se alejará más esta posibilidad, diga lo que diga el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Uno puede preguntarse si es todavía posible que el caso Garzón pueda desembocar a través de la justicia europea en una reconsideración de la (pretendida) amnistía de los crímenes franquistas de 1977. De hecho, a Garzón se le ha acusado por la justicia española de haberse saltado expresamente la Ley de Amnistía de 15 de octubre de 1977 pues él quería investigar (en el auto que dio el 16 de octubre de 2008) si, como parecía, Franco y el resto de los jefes militares y colaboradores que se rebelaron contra la República habían ideado un plan de exterminio sistemático de sus oponentes que acabó con, al menos, 114.266 desaparecidos (además de los muertos comprobados). Según Garzón, este plan constituiría un delito de crímenes contra la humanidad no previsto en la ley de 1977. Los muertos comprobados quedaban al margen (posiblemente por haberse amnistiado o prescrito los hechos).
La organización Human Rights Watch el 18 de marzo de 2010 explicó en un comunicado que Garzón era investigado penalmente por prevaricación, al intentar indagar presuntas detenciones ilegales y desapariciones forzadas de más de 100.000 víctimas, ocurridas entre 1936 y 1951, mientras que los tribunales españoles han impedido sistemáticamente las investigaciones sobre abusos cometidos durante la guerra civil que sufrió el país (1936-1939) y la dictadura del General Franco (1939-1975), invocando la Ley de Amnistía de 1977. Uno de los principales argumentos en contra de Garzón usados por la justicia española ha sido que él sostuvo equivocadamente que la Ley de Amnistía de 1977 no se aplicaba a los delitos que él quería investigar.
Para diversas organizaciones de derechos humanos internacionales, conviene derogar la Ley de Amnistía de 1977 pues los gobiernos tienen la obligación de garantizar a las víctimas directas e indirectas de violaciones de derechos humanos la justicia y las reparaciones adecuadas. Hay opiniones legales, como las del propio juez Garzón, que aseguran que la Ley de Amnistía de 1977 no impide investigar (algunos de) los crímenes franquistas pero el hecho es que esos crímenes no fueron investigados judicialmente durante más de treinta años desde la llegada la democracia, y que el propio Tribunal Supremo parece pensar (contra Garzón) que la Ley de Amnistía era una ley de punto final, por muchas protestas nacionales o internacionales que haya al respecto. Por otro lado, se argumenta (en el caso español, con treinta años de retraso) que la causa contra los crímenes del franquismo está avalada por la doctrina internacional, según la cual, las leyes de punto final no pueden ser aplicadas cuando se trata de crímenes contra la humanidad. Ciertamente pues, ha habido en los últimos años varios pronunciamientos de organismos internacionales instando a España a derogar la Ley de Amnistía de 1977 dada la imprescriptibilidad de este tipo de delitos. Y el Parlamento español no ha hecho ningún caso ni creo que vaya a hacer ningún caso. La impunidad de los franquistas quedó atada y bien atada.
El pésimo ejemplo español de la Transición permitiendo la auto-amnistía de criminales al servicio de una larga dictadura podía servir pour encourager les autres. Por suerte este no fue el caso en Argentina gracias a una ironía de la historia, es decir, la guerra de 1982 de la señora Thatcher en las Malvinas derrotando a los militares argentinos, y gracias a las protestas de las ciudadanas y ciudadanos. En Chile la Transición ha sido más a la española pero no totalmente. Irónicamente otra vez, la diferencia chilena se dio en parte por la intervención del juez Garzón con su auto de detención contra Pinochet en Londres que causó gran irritación a Thatcher que admiraba la política económica neoliberal de Pinochet. Ese auto de Garzón contra Pinochet reseña la larga lista de convenios internacionales pertinentes y le debe haber servido de entrenamiento para sus frustradas actuaciones contra el franquismo años más tarde.
Treinta años no es nada
José María Benegas, político socialista protagonista del debate sobre la Ley de Amnistía de 1977, la describió acertadamente (11/11/2007) como una ley de punto final. Como exigía la nueva situación política, se había amnistiado a los presos del franquismo ofreciendo a cambio el olvido jurídico de los crímenes franquistas. (http://www.elsiglodeuropa.es/siglo/historico/2007/761/761benegas.html ).
Entre el recuerdo de los Pactos de la Moncloa y la conmemoración de los veinticinco años de la victoria del PSOE en octubre de 1982, el treinta aniversario de la Ley de Amnistía ha pasado casi desapercibido. Me correspondió el honor de representar al Grupo Socialista en el pleno del Congreso de los Diputados que aprobó la ley. Era la primera vez que intervenía en el hemiciclo. Fue una sesión solemne. La amnistía fue una de las más queridas y sentidas reivindicaciones de la izquierda. No podíamos empezar una nueva etapa democrática con juicios del pasado pendientes, gente en la cárcel y todavía miles de personas viviendo en el exilio político. Como todo en aquel entonces, la Ley de Amnistía fue producto de un pacto en el que los vencidos de la guerra civil y perseguidos durante cuarenta años nuevamente tuvimos que guardarnos nuestros sentimientos y demostrar generosidad política para poder avanzar en el proceso democrático. Lo digo porque la Ley de Amnistía de octubre de 1977 fue una ley de punto final en virtud de la cual nada de lo ocurrido entre el 18 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977 podría ser objeto de reclamación, como ya he explicado recientemente en estas páginas. Es decir, renunciamos a revisar el pasado y exigir las responsabilidades generadas durante cuarenta años de dictadura.
Vean que los diputados socialistas y comunistas se guardaron sus sentimientos y también, supuestamente, los de millones de familiares de víctimas del franquismo. Estuvieron a buen recaudo durante décadas, antes y después de la Transición. Ahora bien, sostengamos con el juez Garzón que la española Ley de Amnistía de 1977 no comprende imprescriptibles delitos contra los derechos humanos reconocidos internacionalmente tales como desapariciones y secuestro de niños. Podría también pensarse que, no ya los asesinados desaparecidos en la guerra y postguerra (como García Lorca) sino también los asesinados con paradero (como Lluís Companys), fueron víctimas de crímenes contra la humanidad que de ninguna manera podían ser amparados por la Ley de Amnistía de 1977. Si este fuera el caso, ¿cómo se explica entonces que en 1980, 1985, 1990,1995, 2000, 2005 ningún fiscal y ningún juez español iniciaran causas por crímenes franquistas? ¿Habrá que pensar que estaban prevaricando? ¿Cómo es posible que haya habido que esperar al juez Garzón en el 2008, cuando el propio juez Garzón actuaba en Chile y Argentina desde antes? Y si no era Garzón, ¿por qué no actuaron en 1980, 1985,1990, 1995, 2000 fiscales democráticos y de larga trayectoria anti-franquista como por ejemplo Jiménez Villarejo? Eso no tiene una contestación, pienso yo, de técnica jurídica ni de circunstancias personales, sino sociológica y política. El miedo perduraba aunque disminuía. Además la interpretación oficial y celebratoria de la Transición en términos de una reconciliación que había liberado a los presos políticos franquistas y que excluía elucidar judicialmente los crímenes franquistas era casi unánime en al arco parlamentario (y de ello se hace eco el diputado Benegas) predominando también en los medios de difusión masiva.
Antes de 1975, Gabriel Jackson había aventurado cifras sobre los muertos de la represión franquista durante y después de la guerra similares a las que ahora se manejan (y muy distintas de las de Hugh Thomas). Un historiador del régimen, Salas Larrazábal, publicó un balance mucho más favorables para los franquistas que el de Jackson (yo logré publicar una temeraria carta contra los inventos de Salas Larrazábal en la revista Destino en 1975). Desde 1977 hasta el 2007 hubo durante 30 años investigación histórica en España que mejoró enormemente la que había podido hacerse antes sobre los crímenes del franquismo pero no hubo intentos de juicio contra los franquistas por delitos contra derechos humanos. Porque la verdad es que los franquistas habían sido amnistiados en 1977 (según creían y creen aún la gran mayoría de parlamentarios y el aparato judicial) con el beneplácito de Partido Comunista, el Partido Socialista, el PNB y CiU. En el Parlamento en 1977 solo expresó una queja desde la izquierda contra la Ley de Amnistía el diputado Francisco Letamendía, autor prolífico de libros sobre la historia de Euskadi en Ruedo ibérico, autor también de “El NO vasco a la Reforma” en esos años de la Transición, amigo mío y de la editorial Ruedo ibérico a la cual había aportado con Miguel Castells Arteche (y con el pseudónimo Kepa Salaberri) un excelente libro sobre el Proceso de Burgos de 1970 en el cual él había sido el más joven abogado.
Los colectivos de nietos de las víctimas del franquismo pueden comparar la Transición españolas con la argentina “donde (como ha escrito Diego Barcalá, 1/11/2009, http://www.publico.es/ ) las leyes de punto final fueron derogadas para que los responsables de la tortura política desfilen ante los tribunales democráticos”. No ha sido fácil. Uruguay ha estado oscilando entre el ejemplo español y el argentino. En España, el blindaje de la Ley de Amnistía de 1977 (que tal vez contravenga tratados internacionales pero cuya vigencia es respaldada fuertemente no solo por la justicia sino por destacados políticos socialistas) permite que Garzón pasara fulminantemente de tardío acusador a acusado.
Los Cuadernos de Ruedo Ibérico
Con José Manuel Naredo y con quien fue el alma de las Ediciones Ruedo Ibérico de París, José Martínez Guerricabeitia (que era veinte años mayor que nosotros, nacido en Villar del Arzobispo, Valencia, en 1921), tomamos la entonces atascada revista Cuadernos de Ruedo ibérico con brío en 1974, y editamos desde el número 43-45 hasta el número final, el 63-66 en 1979 publicado ya en Barcelona (dedicado íntegramente al ecologismo y a criticar la energía nuclear). Los Cuadernos de Ruedo Ibérico habían empezado en 1964-65 con apoyo de Jorge Semprún y de Fernando Claudín que habían sido expulsados del Partido Comunista, y en ellos y en sus suplementos escribieron jóvenes estudiantes y profesionales como Manuel Castells, Joaquín Leguina, Juan Muñoz García y muchos otros. Varios fueron a parar al PSOE, otros como Naredo y yo nos mantuvimos independientes durante y después de la Transición. Un aislamiento doloroso, con amistades desgarradas o perdidas con personas que a veces, ahora, ya han muerto haciendo imposible una conversación pausada sobre quién tenía más razón.
Cuando el PSOE triunfó en 1982 parecía hacerse realidad por un bello momento el verso de Salvador Espriu, només uns dits joves si encara són nets, guariran les plagues de l’estesa pell, solamente unos dedos jóvenes, todavía limpios, podrán curar las llagas de la extendida piel de toro de España. Pero los ministros del PSOE habían tragado ya todos los sapos de la Transición excluyente, se habían des-moralizado ya antes de ser ministros, habían optado por la continuidad y no supieron resolver el contencioso pendiente en el País Vasco porque se habían subordinado mentalmente con la amnistía a la versión que convenía a los franquistas. La Transición no fue un ejemplo de “a enemigo que huye, puente de plata” sino, al contrario, “si no puedes ganar a tu enemigo (ni lo intentas), júntate con él”, a expensas de los excluidos especialmente en Euskadi.
El final de los gobiernos de Felipe González (que hicieron algunas cosas muy buenas como meter a España en la Unión Europea) fue una mezcla de tragedia y de zarzuela. La tragedia de los GAL (cuyos actos no han sido aún juzgados en su totalidad) y la corrupción al estilo de la ladrona directora del Boletín Oficial del Estado y del jefe de la Guardia Civil fugado a Bangkok.
En un artículo enviado a CRI y que no se publicó, Joaquín Leguina nos había recomendado a los que quedábamos en Ruedo ibérico en 1977 que nos metiéramos en el PSOE, pero ¿cuántas dimisiones tendríamos en la cuenta (a ejemplo de Ignacio Sotelo) si le hubiéramos hecho caso?
Tal vez quien más artículos escribió en Cuadernos de Ruedo ibérico fue Luciano Rincón que vivía en Bilbao y que estuvo preso varios años por su labor para la editorial. Juan Goytisolo llevó desde el principio hasta el final la asesoría literaria, publicando el mismo varios ensayos. Mi primer artículo, sobre la agricultura andaluza, fue en el 1967, en el número 13-14, se llamaba “El Reparto”. El economista J. M Vegara (que estaba en Paris, más tarde concejal en Barcelona con el Partido Socialista de Cataluña, amigo muy cercano de Pascual Maragall, ambos autores con pseudónimo en Ruedo ibérico), me trajo en julio de 1968 a La Habana donde yo investigaba historia agraria, el primer ejemplar de La estabilidad del latifundismo escrito entre 1963 y 1967 entre Oxford y Córdoba. En Andalucía hablé con anarquistas sobrevivientes, escuché de escondidas Radio España Independiente en algún cortijo y entendí cómo el poder del franquismo se basaba en la memoria de una gran matanza, en la represión continuada y en un gran miedo. Recuerdo otro artículo mío en Ruedo ibérico (y en Marcha, de Uruguay) de 1970 con el título: “España: el miedo empieza a desaparecer”. Muy prematuro.
Naredo por su parte tomó su primer café con Pepe Martínez cuando a los 22 años visitó París en el verano de 1963, para acudir a una reunión de estudiantes comunistas que tuvo lugar en Arrás (tras esta reunión fue expulsado del Partido Comunista por sus desavenencias con la dirección de Santiago Carrillo). Ese primer contacto de Naredo se afirmó al residir en Paris durante 1966-1967 para hacer un curso de postgrado sobre las Cuentas Nacionales y la “técnicas de la planificación” francesas, completado con un stage en el INSEE. A raíz de ello coordinó la publicación en los Cuadernos de Ruedo Ibérico y en sus voluminosos suplementos, de documentados ensayos de un grupo de “jóvenes economistas” madrileños (en un principio compuesto por Juan Muñoz García, Arturo Cabello, Santiago Roldán, que venían elaborando junto con Naredo, en una columna semanal de la revista Triunfo firmada como “Arturo López Muñoz”). La relación de Naredo con Ruedo ibérico se afianzó todavía más durante su segunda estancia en París entre 1970-1973 trabajando en la OCDE y estrechando su colaboración escondida con los Cuadernos de Ruedo Ibérico y con la propia empresa editorial.
En el nacimiento de la nueva época de la revista en 1974, Naredo y yo éramos ya pues viejos conocidos de Ruedo ibérico, habíamos comido muchos platos de pasta cocinados y servidos por Marianne Brüll, factótum de Ruedo ibérico, en el 27 de la rue de Sommerard cerca de la sede de la rue Latran, un rite de passage para los más iniciados. (Marianne Brüll mantiene ahora la página www.ruedoiberico.org). No éramos unos recién llegados, éramos amigos de Pepe Martínez y jóvenes estudiosos. Pero él sabía mucho más. Había hecho la guerra, había estado en la cárcel y en el exilio, sabía fabricar libros, vivía en Paris desde 1947. Pierre Vilar decía de él que era “anarco-marxista”. El, con Nicolás Sánchez-Albornoz, Ramón Viladás, Vicente Girbau y Elena Romo había fundado las Éditions Ruedo ibérico en París el año 1961. En el 2011 caen dos aniversarios que podrían celebrarse en el Colegio de España de París, pues Pepe Martínez murió hace 25 años en Madrid el 12 de marzo del 1986, el día del referéndum de la OTAN. Costaba olvidar que la OTAN había albergado a Salazar. Pepe Martínez murió en el silencio y soledad impuestos por el consenso de la Transición. El decía una frase: la guerra efectivamente había acabado pero le iba a suceder una larga época de “guerra” sobre la historia de la guerra y del franquismo.
Entre 1974 y 1978 publicamos diversos ensayos contra la Transición. Una selección va a publicarse próximamente en la editorial Backlist de Barcelona, compilada por el joven historiador Xavier Diez que aprovechará la ocasión para dar cuenta también de los animados debates actuales sobre la Transición. Hay artículos de esos años escritos a tres o cuatro manos, con Alfonso Colodrón, con Alberto Hernando, con Naredo y Pepe Martínez. Pusimos mucha atención en las muchas huelgas del postfranquismo. Había una tradición en Ruedo ibérico de crítica al dominio del PC sobre Comisiones Obreras. Juan Antonio Diaz y Santiago Lopez Petit habían publicado un libro en Ruedo ibérico que se llamaba Comisiones Obreras: entre el fraude y la esperanza. El Pacto de la Moncloa no hubiera sido posible sin ese dominio del PC sobre Comisiones Obreras.
Explicamos en CRI en 1976 y 1977 cómo eran los primeros gobiernos de la monarquía (en artículos con Juan Muñoz –más tarde vicepresidente del congreso de los diputados- y con Naredo), la creciente presencia de banqueros, empresarios y de políticos que venían de la ACNP (en sustitución del Opus Dei, como quien dice), los que iban a ser protagonistas de la Transición como Alfonso Osorio, Marcelino Oreja, Landelino Lavilla, Oscar Alzaga, Leopoldo Calvo Sotelo. Nos irritó mucho el silencio deliberado con que se acogió el libro que publicó Ruedo ibérico sobre la Asociación Católica Nacional de Propagandistas en 1974 porque es importante para entender el franquismo (Herrera Oria, Martin Artajo, Castiella, Silva Muñoz) y el post-franquismo.
El más notable artículo en CRI en esos años ocupó todo el número 54 (nov.-dic 1976) redactado casi al cien por ciento por Naredo, y se llamó “Por una Oposición que se oponga”. Años más tarde lo reeditó con nostalgia el editor Herralde en Anagrama en Barcelona. Yo escribí un artículo más corto de parecido argumento en enero el 1976, que se llamó “La oposición política: grandes rebajas”. Recuerdo que fue en enero porque de ahí vino la idea de las rebajas. Y también escribí antes, ya en 1975 en vida de Franco, una serie de artículos con el título “Contra la Reconciliación”, título estridente que llamaba infructuosamente a un debate que el Partido Comunista no quería sostener ni permitir. Uno de esos artículos criticaba a Juan Linz, su noción de régimen autoritario de pluralismo limitado. También criticamos con toda la fuerza posible el Pacto de la Moncloa en el 1977, y asimismo el artículo 8 de la Constitución (que el general Armada estuvo por esgrimir en febrero del 1981 y que el PNB a veces ha propuesto eliminar). Había otras revistas de orientación parecida pero más ligeras, Bicicleta, Ajoblanco, El Viejo Topo, que a partir del 1975 se publicaron en el interior. Vender libros y revistas de Ruedo ibérico fue ilegal hasta el 1977.
La Transición se hizo a marcha lenta, con control desde arriba, con represión. Se han contado los muertos. Algunos han hablado de una Transición sangrienta. Fue además una Transición excluyente. La violencia vino de los aparatos del estado y de su entorno, y también de algunos de los que fueron o se sintieron excluidos. En Ruedo ibérico tuvimos miedo de abrir una librería en Barcelona o peor en Madrid cuando proliferaban “guerrilleros de Cristo Rey” y similares. En octubre de 1975 la librería de Paris en la rue de Latran había sido dañada por un bombazo. Ruedo ibérico había co-editado el libro de la Operación Ogro publicado por Mugalde en Hendaya sobre el atentado a Carrero Blanco en diciembre de 1973. Nunca se supo quien había puesto la bomba y a cuenta de quién, seguramente policías españoles quienes, como he escrito otras veces, habrán servido a la monarquía constitucional tan profesionalmente como a la dictadura y estarán ya jubilados.
Los nombres de las calles
Uno puede obsesionarse con la memoria histórica. Recuerdo haber visitado la Universidad Menéndez y Pelayo en Santander hace diez años, poco tiempo después de que su rector, el ex ministro Ernest Lluch, muy amigo mío en la universidad de Barcelona cuando teníamos veinte años, falleciera en un atentado cruel y particularmente absurdo de ETA. Recuerdo que hace diez años una avenida principal de Santander se llamaba Camilo Alonso Vega, tal vez se llama así aún. Un capitán general franquista, ministro del interior con Franco, un criminal político de primer orden. Pensaba en Ernest Lluch que debía ver ese nombre cada vez que iba al aeropuerto o de compras. Tal vez le hayan cambiado el nombre a esta calle. Es posible que la memoria de muchos de los héroes criminales del franquismo sea erradicada de las calles. Si la Transición en España se hubiera hecho a impulsos de la “resistencia” anti-franquista, esos nombres hubieran caído ya, como ha ocurrido en Cataluña y en Euskadi casi totalmente. Muchas estatuas de Franco han sido retiradas en un proceso que ha durado treinta años.
No hubo en España una entrada popular masiva en la “resistencia” en las postrimerías de franquismo, un anhelo general, repentino y oportunista de derribar estatuas y cambiar los nombres de las calles como en Italia y en Francia en 1945. Tal vez lo impidió el miedo. Se mantiene casi 40 años después el monumento mortuorio a Franco en Cuelgamuros que el propio Franco hizo construir con trabajo forzado, allí está su túmulo, una atracción turística vecina a El Escorial. Se debate actualmente cómo neutralizar simbólicamente ese monumento, es todavía posible que se convierta con su carga pro-franquista en un elemento aceptado de la historia como les ocurrió hace tiempo a los vecinos del Generalísimo en El Escorial, a quien nadie les puede hacer el equivalente a un proceso penal retrospectivo aunque alguno se lo mereciera.
Si el franquismo perduró en el callejero es porque la Transición fue consensuada. Cuando protesto, me dicen que es una extravagancia irritarse por los nombres de las calles. Sería inimaginable una calle del General Weyler en La Habana pero hay muchas calles del General Weyler en España y en sus islas, aunque los historiadores saben que fue responsable de la política de “reconcentración” y de cientos de miles de víctimas en la guerra de Cuba y de otras atrocidades en Filipinas. En España, eso se olvidó a nivel popular incluso por los descendientes de quienes criticaron a Weyler, eso está ya muy lejos y además siempre hubo partidarios de luchar hasta el último hombre y la última peseta en las casi últimas colonias. ¿Hay mociones en los ayuntamientos españoles para cambiar el nombre de las calles General Weyler? ¿No se produce un similar olvido en muchos países coloniales? ¿Pasará lo mismo con el gran monumento a Franco para mala pedagogía de las generaciones futuras?
¿Quién amnistiará al amnistiador?
No recuerdo en qué momento de indignación y de desespero en 1975 al ver como se escapaba la Transición escribí en Barcelona (y por eso el artículo está firmado solo con iniciales) el texto que pregunta: ¿quién amnistiará a los amnistiadores? Estoy contento de haberlo escrito y publicado entonces, aunque podría haber estado mejor argumentado. El artículo está en CRI 46-48, junio-diciembre 1975. Copio algunos párrafos.
Se habla todo el tiempo de reconciliación y se pide una amnistía. Se discute la diferencia entre indulto (que supone el perdón de quien delinquió) y la amnistía (que implica reconocer que no se delinquió). Tal vez habría que dar una amnistía o indulto a personas como Fraga (ministro del gobierno que asesinó a Grimau y a otros), o a Pío Cabanillas (ministro del gobierno que asesinó a Puig Antich), o a Areilza, alcalde de Bilbao al ser conquistado por las tropas franquistas: todos ellos, y muchos otros, parece que están dispuestos a reconocer sus errores pasados y lo estarán cada vez más. Pero hay mucha distancia entre amnistiar a unos cuantos arrepentidos y dar una amnistía general a todos los que han llevado a cabo la represión franquista: hay que exigir responsabilidades políticas no sólo a los policías torturadores sino a los organizadores y cómplices de la represión. ¿Por qué? No por ansia de venganza, sino porque la petición de responsabilidades políticas lleva aparejada una necesaria discusión y esclarecimiento a fondo de la represión desde 1936 hasta la fecha, lo cual evidentemente perjudicará mucho más a la derecha que a la izquierda. Una vez esclarecidos y discutidos los hechos, una vez la derecha colaboradora con el franquismo haya sido desacreditada por su papel en la represión, entonces sí que podrá dárseles un indulto o amnistía, y podremos reconciliarnos.
Pero lo que resulta realmente curioso es que la izquierda, o la llamada izquierda. no está discutiendo si va a exigir responsabilidades políticas a los franquistas o si les va a perdonar ya de entrada sin una investigación previa y detallada de la represión desde 1936 hasta ahora, sino que la izquierda está reclamando que los franquistas le den una amnistía ¡a la propia izquierda! Realmente, el colmo. La izquierda solicita perdón y clemencia en vez de denunciar la ilegitimidad de los poderes actuantes, y en vez de insistir en la cantidad de muertos que Franco y los franquistas han producido, ante la complacida aquiescencia de obispos y generales y del borbónico sucesor de quien no se recuerda que, por ejemplo, intercediera cuando Puig Antich fue asesinado ni que denunciara la brutalidad policial cuando, poco tiempo después de ser nombrado sucesor, varios obreros fueron asesinados en Granada, El Ferrol y otros lugares. Ni que, ya más cerca de la herencia, hiciera otra cosa que aprobar mediante hipócritas cláusulas de estilo el asesinato de las últimas cinco víctimas de Franco. La izquierda, así, ayuda a que el poder se consolide.
Así pues, eso de pedir amnistía no es sólo desmovilizador sino que es un poco ridículo. En todo caso, a la vez que se pide amnistía, habría que discutir si se amnistiará a los eventuales amnistiadores. Una amnistía que permitiera al franquismo y a la sucesión del franquismo sacarse de encima, a última hora, como quien no quiere la cosa, a cientos de miles de muertos y todo lo que cuelga, sería una mala operación para la izquierda, pues le privaría de una buena arma de ataque contra la derecha. La izquierda debería anunciar que exigirá responsabilidades políticas (que no quiere decir, necesariamente, penas de muerte, sino, por ejemplo, inhabilitación para la vida pública) a los miles de personas que desde 1936 han colaborado activamente, e incluso con silencio cómplice, en la represión.
Los CRI son de fácil acceso. Están en bibliotecas extranjeras y españolas, hay además una excelente edición faxímil publicada en Valencia. Nosotros no participamos entonces ni ahora del entusiasmo por la Transición, al contrario. Queda probado por tanto que no todo el mundo participó del consenso de la reconciliación nacional y de la auto-amnistía. Sería interesante hacer un inventario de esas críticas. La auto-amnistía que se preparaba fue criticada por José Bergamín en enero de 1976 en lenguaje algo críptico en las páginas de Sábado Gráfico en Madrid. Treinta años después, Ricard Vinyes escribía en El País (25/10/07) que él se contaba entre “quienes consideramos la Ley 46/1977 como lo que realmente es: un éxito indudable del antifranquismo y a la vez un punto final, una auto-amnistía de los responsables de tantos crímenes” mientras que el historiador Francisco Espinosa, recordando la pléyade de jóvenes historiadores que con poco apoyo oficial han investigado la represión franquista en las provincias, escribía en la revista disidente Archipiélago (“Reflexiones en torno al fenómeno revisionista”, n. 72, p. 120) que el auténtico espíritu de la Transición había sido el pacto de silencio, la impunidad de la auto-amnistía del 77 y las políticas del olvido.
La verdad es que en Ruedo ibérico en 1975 ya advertimos que eso iba a ocurrir. Pero en tantísimos años ni a mi (ni a Naredo), aunque (entre los dos) somos bien conocidos internacionalmente en campos como la economía ecológica, la historia agraria y la historia ambiental, la ecología política, la economía agraria, la política hidráulica, las contabilidad macro-económica y el urbanismo, casi nadie nos ha preguntado nada sobre la Transición. Dimos abiertamente nuestra opinión en un excelente documental de Paco Ríos y Mariona Roca para la televisión española sobre Ruedo ibérico (que está en la web), pero al coloquio en televisión cuando se presentó este documental invitaron a Santos Juliá y a Joaquín Leguina (ambos ex autores de CRI y ambos del PSOE) y no a nosotros. Muchas gracias pues por esta invitación al Colegio de España en Paris.
En su vida desde 1961 a 1981, Ruedo ibérico publicó unos 200 libros además de los Cuadernos y sus suplementos. En esos años 1974-79 Ruedo ibérico publicó varios libros de actualidad y unos cuantos clásicos: el Gernika de Southworth, el Eco de los Pasos que es el título de las memorias de García Oliver, la Extremadura Saqueada, un libro muy original de geografía regional ecológica de Naredo, Mario Gaviria y Juan Serna fruto de la campaña contra la central nuclear de Valdecaballeros. Yo fui contratado como catedrático en la Universidad Autónoma de Barcelona en 1975-76 y en 1977 publiqué en Londres Haciendas, Plantations and Collective Farms (Cuba and Peru). Naredo y yo estudiábamos en los años 1970 muy intensamente temas de energética agrícola, él publicó estudios importantes sobre la agricultura española y juntos publicamos en 1979 un artículo sobre la contabilidad energética de Podolinsky y la reacción de Engels y Marx. Estos eran temas que nos apasionaban y apasionan, y que han ayudado al nacimiento internacional de la economía ecológica. Con estos auto-elogios, quiero decir que no éramos ni somos especialistas en la Transición. No somos politólogos de oficio sino de afición. En 1975-79 dediqué muchas horas a dar clases de economía sin explicar a los alumnos qué pensaba de la Transición. Sería sin embargo frívolo y falso decir que la Transición era meramente nuestro hobby; al contrario era nuestra angustia. Debíamos decir algo, protestar, sabíamos que las “teorías” del PC sobre el franquismo como el dominio de una camarilla latifundista y financiera contra el cual se enfrentaría una democrática alianza de la clase obrera y la burguesía industrial, eran verdaderas tonterías. Ruedo ibérico había publicado muchos libros de anarquistas españoles y también de autores que venían del POUM. Estábamos muy distanciados del Partido Comunista (y viceversa). No compartimos para nada el entusiasmo de los diputados del PC por la Ley de Amnistía de 1977. El PC español se había distanciado de la Unión Soviética solamente en 1968, con la invasión de Checoeslovaquia, no había protestado contra la invasión de Hungría en 1956. De Pepe Martínez hay que decir que no era de este mundo en absoluto.
En esos años de la Transición excluyente, con el empuje de Pepe Martínez y en medio de los apuros económicos de los traslados y las deudas de Ruedo ibérico, tomamos una posición muy clara “Contra la Transición”. Este será el título de la colección de artículos de CRI que prepara Xavier Diez. Pedíamos entonces una oposición que se oponga. Esa era también la opinión de otras personas y otros grupos (especialmente en Euskadi pero también en otros lugares) como los que se han dedicado después con perseverancia a hacer listas con “todos los nombres” de los asesinados y desaparecidos en 1936 y años sucesivos. Los de la CGT en Andalucía a veces citan mi artículo de 1975, ¿quién amnistiará al amnistiador?. Sin embargo, como escribe acertada y honestamente la joven historiadora María García Yeregui, efectivamente no hubo un gran debate abierto durante la Transición sobre los crímenes franquistas. La prensa más democrática (como El País y Triunfo) no se escandalizó por la auto-amnistía, al contrario. ¿Cómo fueron acalladas las voces que pedían un debate?
Vergüenza internacional
En un artículo en El País del 3 de marzo de 2010 el fiscal y demócrata José M. Mena afirmaba que por fin, treinta años después, ya entrado el siglo XXI, Garzón intentó investigar los crímenes del franquismo. Pero el cazador (a quien nadie puede acusar de madrugar demasiado) ha sido cazado, ha sido procesado porque se supone que debe conocer, siendo juez, las leyes vigentes y sin embargo deja de lado la Ley de Amnistía de 1977 que (como argumentó el fiscal Javier Zaragoza el 17 de octubre de 2008) impide exigir responsabilidades criminales por unos hechos que “deben considerarse amnistiados en virtud de la ley de 15 de Octubre de 1977 aprobada por un Parlamento democrático en pleno proceso de Transición”.
En defensa de Garzón, el fiscal Mena asegura que había y hay base jurídica nacional e internacional suficiente para que esa investigación judicial general de los crímenes franquista sea posible, y para considerar que Garzón ha sido competente para llevarla a cabo en el cargo que tenía en la Audiencia Nacional antes de ser apartado de ella. Me pregunto entonces porqué el propio fiscal Mena no tomó la iniciativa de presentar denuncias hace décadas ni tampoco algún otro fiscal del reino. Esto aparte, comprobamos que a Garzón no se le permitió completar la investigación judicial de los crímenes franquistas. Y, en conclusión, escribía Mena, “para vergüenza internacional de todos nosotros, se le cambia de investigador a investigado, de juez a acusado".
Ahora bien, ¿quiénes son esos "nosotros", quiénes son ustedes que sienten vergüenza internacional? En Argentina o en Chile hay gente normal que pregunta cómo es posible que Garzón y otros jueces españoles procesaran y llevaran a la cárcel o causaran graves incomodidades a políticos criminales o torturadores de esos países y, sin embargo, los jueces españoles no hayan procesado a los autores de los crímenes franquistas. Conocemos la historia de esos crímenes gracias al trabajo esforzado de muchos historiadores. Pero no hubo investigación judicial ni procesamientos porque hubo en la práctica el equivalente a una Ley de Punto Final dictada el 1977. Eso es lo que muestra (por ahora) el caso Garzón.
En 1975-76, tras la muerte de Franco y llegada la Transición, el Partido Comunista continuaba presionando hacia la reconciliación nacional como llevaba años haciéndolo, con Carrillo al frente. El PSOE que apenas existía en la época se apuntó encantado, lo mismo los mayores partidos catalanes y vascos. Eso se reflejó en la composición de la comisión que redactó la Constitución, desde Fraga (ex-ministro del criminal Franco) hasta Solé-Tura, del PSUC (el partido comunista catalán). Hubo famosos símbolos sociales de la reconciliación: el beso cortesano de Carrillo en la mano de la reina, el matrimonio de la Duquesa de Alba con un ex-militante de la izquierda socialista (un aviso de que la transición excluía la reforma agraria).
La Transición fue excluyente. Aisló a la izquierda libertaria y a la izquierda marxista que no se acomodó en el PSOE, se quiso quebrar y finalmente se quebró el movimiento independentista vasco. Todo un éxito. La Ley de Amnistía fue como un chiste: los que habían matado sin sufrir ningún castigo y sin perder ni una de las antiguas pesetas de su patrimonio con la muerte de Franco, se daban el lujo de amnistiar a los que habían perdido la guerra y habían perdido la paz de los cementerios durante 35 años, y de paso se amnistiaban ellos mismos.
Los que protestamos (fuimos bastantes) no tuvimos audiencia en los medios. Bien natural, nosotros éramos excluidos de la Transición. El Partido Comunista y el (nuevo) Partido Socialista fueron actores principales en esta Transición excluyente, argumentando pro domo sua que los poderes fácticos (el Ejército) no permitían ir más allá. Los nuevos políticos dieron el equivalente a una Ley de Punto Final que ahora se comprueba que era efectiva. Es bien posible que a Garzón le absuelvan de los cargos de prevaricación (por no respetar esa Ley de Amnistía del 1977) pero es menos probable que la investigación y condena judicial de los crímenes franquistas continúe. Tal vez algún juzgado local que investiga casos de desparecidos sentencie en este sentido pero el fallo estará sujeto a apelación. Tras los años del gobierno de Zapatero no hay en los mayores partidos parlamentarios entusiasmo por reavivar la memoria histórica y menos aun por derogar o enmendar la Ley de Amnistía de 1977. Tal vez la nueva generación que protesta en las plazas en mayo del 2011 cambiará esto, pero no es improbable que el próximo gobierno español en el 2012 sea del PP y el presidente honorario de este partido es Manuel Fraga.
Los artículos y dictámenes, las tesis doctorales que se escriban diciendo que la Ley de Amnistía debe ser derogada o cambiada o que no hace falta ni tan solo hacer esto porque ab initio no podía cubrir los crímenes franquistas contra la humanidad que no prescriben, tendrán mérito, pero la realidad parece indicar que nadie será nunca procesado ni tan siquiera investigado judicialmente (por lo menos en España) por crímenes realizados en el franquismo. Diez años más, y la cosa ya quedará clara definitivamente. Al juez Garzón le frenaron en seco. Tal vez el salga absuelto pero su causa está probablemente perdida. Cabe la hipótesis que el Tribunal Supremo español u otro tribunal en posterior apelación, diga que la Ley de Amnistía (que es un fruto de la política de Reconciliación Nacional) no puede impedir sin embargo la investigación de los crímenes franquistas y le dé la razón al juez Garzón. Eso sería muy saludable.
El gobierno socialista de Zapatero, tal vez avergonzado como dice Mena y como lo podría estar el propio Mena si era de los partidarios de la Reconciliación Nacional, tras 35 años de retraso les da a veces medallitas a las hijas e hijos de los represaliados (como ocurrió con los militares anti-franquistas de la UMD, por cierto excluidos de la amnistía de 1977). Espero que a nadie de los que quedemos de la editorial Ruedo ibérico se le ocurra nunca ir a Madrid a recoger una medallita a la libertad de expresión que nunca le ofrecieron a Pepe Martínez. Eso suponiendo que nos la quieran dar, tantos años de silencio después. Si ustedes sienten vergüenza, se la aguantan. Era previsible. Fue previsto, explicado y advertido.

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